Cada vez que se rueda una nueva película de Fast and Furious se utilizan varias unidades de cada uno de los modelos de coches que salen en escena, ya que hay unidades que deben ser despiezadas para colocar las cámaras, desmontadas parcialmente para algún tipo de escena, o incluso destruidas. Algunas de estas unidades sobrantes pueden acabar en museos automovilísticos, en manos de coleccionistas, o como ocurrió con los Ford Escort de Fast Six, en el desguace. Esto no fue lo que paso con una de las unidades del Nissan Skyline Azul que Brian usa en Fast & Furious, y del cual os traemos hoy unas fotos que seguro que os sorprenderán.
Hace algún tiempo vimos a la venta en Internet una unidad utilizada en el rodaje, pero que no cumplía las especificaciones del modelo original que aparece en la película. Exteriormente es idéntico pero, ¿ocurre lo mismo con el interior?
Pues no, como podéis ver en la siguiente foto, el coche se "creo" a partir de un chasis de un Volkswagen Baja Bug. Una vez se dispone del chasis, se fueron uniendo al mismo todas las partes que componen la carrocería del Nissan Skyline para que a simple vista pareciese idéntico a uno real. Por nuestra parte, la única diferencia la vemos en la altura del vehículo, que parece un poco más elevada y el ancho de vías de los ejes, que aparente ser un poco más pequeño que el original.
En el apartado del motor ocurre exactamente lo mismo. Done esperamos encontrar un RB26 de 6 cilindros y más de 500cv, tan sólo encontramos un motor de VW Baja Bug cuya potencia no supera ni siquiera 100cv.
Sin duda alguna, una argucia cinematográfica que permite a las productoras contener su presupuesto y poder destinar más dinero en coches más lujosos y exóticos para que aparezcan en las películas.
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