El Dodge Charger Daytona '69 de Toretto

Si por algo se ha caracterizado el personaje de Dominic Toretto es por su pasión por los clásicos americanos (a pesar de que el primer coche que conduce en The Fast & The Furious en una Mazda RX-7). Su coche fetiche es el Dodge Charger de 1970, que ha aparecido con distintas preparaciones en varias películas de la saga, pero en la nueva entrega aparece con un modelo muy especial del Charger, un Daytona de 1969.

Hay multitud de diferencias con el modelo de serie, pero la esencia de este vehículo permanece inalterable gracias a su gran alerón y su afilado morro (aunque recortado para no tener problemas en ciertas escenas de la película).

Para el equipo de la película todo comienza en un desguace, donde compran un chasis de Dodge Charger para comenzar con la preparación. A ese chasis se le ha añadido el morro del Daytona modificado y se le añaden las partes mecánicas necesarias para realizar todas las pruebas de conducción.

A pesar de ser un clásico, a este Charger se le ha añadido un moderno motor de origen General Motors V8 de 6.2 litros que rinde más de 400 cv de potencia acoplado a una caja de cambios automática de 3 velocidades. Además de ello, el coche cuenta con llantas de 18 pulgadas que montan neumáticos Nitto 275/40R18 delante y 315/40R18 detrás, frenos Brembo con doble pinza en el eje trasero, y escape Magnaflow con salidas laterales. El chasis se ha reforzado interiormente y se ha añadido un sistema de Oxido nitroso que potencia aun mas este gran motor.

Estéticamente, se ha pintado el coche completamente en tono burdeos, se han añadido leds a los faros traseros, y los faros delanteros han pasado de ser escamoteables a fijos y con los conocidos "ojos de ángel". Sin duda, este Charger se va a convertir en uno de los coches que más dará que hablar de toda la saga.

Fotos: Edmuns Inc.